Motril ha rendido un homenaje a la figura del sacerdote José Montero Vives. Continuador de la obra del padre Manjón, el ayuntamiento le ha dedicado una plaza cerca de una de las escuelas del Ave Marías fundadas por él.
El que fue director de las Escuelas del Ave María desde el año 63 ha recibido un reconocimiento en la ciudad que le vio nacer. Esta inauguración estaba prevista hace dos años, antes de la llegada de la pandemia, coincidiendo también con la festividad de San José, onomástica de este sacerdote diocesano.
El ayuntamiento de Motril ha accedido a dedicarle una plaza con su nombre tras una vida entera entregada a la labor educativa con los más pobres. Será cerca de la escuela Ave María Varadero que él mismo fundó empeñando parte de su patrimonio.
“En los años sesenta; santa Adela, era un barrio sumido en la miseria. No había cableado eléctrico, ni agua. Él vio que había muchos niños sin escolarizar y trajo la luz de la educación”, cuenta su sobrina, Mari Carmen Saez Callejón. “Él no era de reconocimientos, pero ha sido una iniciativa de los antiguos alumnos y vecinos del barrio que llevaron esta propuesta al pleno. Los mismos concejales no conocían su labor en el barrio. Es bueno que la ciudad de Motril pueda conocerlo”.